Posted by Clasicofilm
Posted on 9:40
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Título originalEl difunto es un vivoAño1941Duración78 min.País
EspañaDirecciónGuionRepartoMúsicaFotografíaCompañíasGéneroComediaSinopsisUn coleccionista de animalitos es sistemáticamente despreciado por su mujer, por lo que, llevado de la desesperación, decide suicidarse. Pero la noticia del fallecimiento de su hermano, un ilustre pianista que residía en el extranjero, le induce a cambiar de idea. Por medio de un ingenioso truco, hace creer a su familia que efectivamente se ha suicidado y, pasados unos días, anuncia la llegada de su hermano, por el que se hace pasar. Su esposa le recibe con un afecto que él no conocía
Me temo que no se ha entendido en FA esta farsa admirable de Iquino. No sucede lo mismo en otras web de cine.
ResponderEliminarAunque solo fuera por conocer mejor la historia del cine español ya merece verse.
Pero además es ingeniosa, con unos diálogos concisos y divertidos.Antonio Vico era un formidable actor cómico y es de lo que va esto.
Cosas memorables: el protagonista es vegetariano y animalista , eso que se lleva tanto hoy. Horrorizado ante un papel atrapamoscas le dice a su suegra: “Las moscas tienen tanto derecho a vivir como usted, señora”.
La fotografía es muy buena y el blanco y negro. Y siempre es interesante lo que se convierte en un documento sobre muebles, vestidos, peinados de la época.
La suegra a su hija, que va a separarse de ese marido raro: “Llora como mujer ya que no supiste ponerte los pantalones como un hombre”. Feminismo pionero.
Ninguneado en su propia casa por su mujer y la suegra, decide suicidarse con el gas pero se entera de que lo han cerrado porque se olvidaron de pagar el recibo. Se entero de que ha muerto su hermano, que en una foto dedicada había puesto: “Al casarte dejaste de ser mi hermano para convertiste en un primo”. Y decide hacerse pasar por él... después de fingir un suicidio.
Una canción genial, de swing, “Pu pu pi du”... Una música siempre apropiada, con su poco de coña.
En fin, vedla. Está muy bien seguir la actualidad, pero las cosas no dejan de ser buenas por ser antiguas
Crítica de: yoparam Madrid (España)