Título original
The List of Adrian Messenger
Año
1963
Duración
98 min.
País
Estados Unidos
Dirección
John Huston
Guion
Anthony Veiller (Novela: Philip MacDonald)
Música
Jerry Goldsmith
Fotografía
Joseph MacDonald (B&W)
Reparto
George C. Scott, Kirk Douglas, Jacques Roux, Dana Wynter, Clive Brook,Gladys Cooper, Herbert Marshall, Marcel Dalio, Tony Curtis, Burt Lancaster,Robert Mitchum, Frank Sinatra, John Merivale
Productora
Universal Pictures
Género
Intriga | Crimen
Sinopsis
Un hombre, escritor, entrega a un amigo suyo, agente secreto retirado, una lista en la que figuran 10 nombres para que compruebe sus paraderos, sin darle más explicaciones. Cuando el escritor muere en un accidente aéreo, el agente se pondrá a investigar y comprobará que 6 nombres de la lista fallecieron por accidentes y empieza a sospechar que sean crímenes encubiertos.
Cuando me senté delante de mi televisor para ver “El último de la lista” no imaginaba que acabaría jugando al Quien es Quien. Tal vez Huston trataba de darle un aliciente en forma de misterio a una película en la que casi todo es muy predecible y que a mi modo de ver se salva únicamente por dos cosas: Una, porque Houston era mucho director y sacaba petróleo hasta de donde no lo había y dos, porque George C. Scott es un profesional como la copa de un pino y las películas en que participa llevan su sello.
ResponderEliminarPara el resto aplicaremos lo del tupido velo. Y eso porque se trata de Huston de quien debemos reconocer que ha dado muchas tardes de gloria a esto del cine, y porque también actúa Kirk Douglas del que podríamos decir lo mismo.
Por lo que hace al resto de actores “misteriosos” en personajes insignificantes, me quito el sombrero ante ellos, pero eso sí en otras películas. No en esta.
Crítica de: FATHER CAPRIO Almeria (España)
Un desliz de Huston. Todo no podía ser como El Tesoro de la Sierra Madre, El Halcón Maltés o Kay Largo. Gracias, Óscar, por tanto cine.
ResponderEliminarel gran John Huston nos regala un juego narrativo de gran visualidad, gracias clasicofilm
ResponderEliminarLa vi cuando chico y tracalada de años después me la vuelvo a encontrar, me volvió a encantar. tremendos actores para mi gusto
ResponderEliminargracias.
una pelicula sin duda para mi interesante, gracias Oskar
ResponderEliminarJamás hubiera sospechado que el perpetrador de esta involuntaria horror movie fuese el mismo John Huston de "La reina de África" o "La jungla de asfalto". Jamás se desperdició tanto un elenco de actores inigualable. Aunque no hubieran ocultado las facciones más expresivas del momento bajo máscaras de tienda de traca, -cuya baja calidad no oculta ni el blanco y negro- dudo mucho que tamaño bodrio se salvara. Risible, aunque no menos confuso, que un moribundo deseoso de que atrapen a su asesino, -que ha descubierto sin saberse cómo-, en el trance de su muerte se ponga a hablar en parábolas. Será por prevención, no sea que su asesino le descubra y decida otra vez matarlo. La agonía le lleva a una economía expresiva, se podría colegir. Lo raro es que al superviviente de al lado, en situación pareja, se le potencia la memoria, que adquiere tintes fotográficos. Por salvar la situación, pongamos que el proyecto de occiso sufría lesiones en el área de Broca... Dos marisabidillos jugando a Holmes y Watson, que se sacan las deducciones más atrevidas debajo de la chistera, mostrando cuán aguda es la sutileza británica en estado de cuasi-sobriedad. Todo porque un aristócrata venido a menos quería quedarse con el patrimonio familiar. A qué tanta molestia y riesgo cuando hasta le ofrecían alojamiento. Capaz que hubiera arreglado su situación hablando con su pudiente familia, en lugar de decidir cargársela. La guinda del pastelón llega cuando, descubierto el criminal, decide darse a la huida hacia el preciso lugar donde había colocado su trampa mortal. Jamás una película de poco más de hora y media se me había hecho tan larga. Mejor hubieran hecho esos buenos actores tan maltratados preservando hasta el final el anonimato. Infumable. Como alegato quiero creer que el hombre estaba pasando una mala racha porque, qué sé yo, se le había muerto un familiar o el gato.
ResponderEliminarNueva copia
ResponderEliminarimpresionante Misterio cuantos son de ellos Gracias Oscar
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